Me tiraron al agua
y así aprendí a vivir ahogado.
Intentaron enseñarme a volar
y sólo pude caer.
Aprendí a vivir en el fracaso
nunca fui bueno en el nintendo
ni en las otras consolas
siempre moría, siempre.
Pintaba el cielo de gris
y nunca dibujaba agua
nunca me gustó el sol
y dibujaba la luna.
A veces cantaba en la ducha
a veces saltaba sobre charcos
me ensuciaba, rodaba colina abajo
a veces me sentía como un pez
a veces era feliz.
Ahora,
compro libros de auto ayuda
que nunca me ayudan,
fumo cigarros rojos
que me matan más despacio
que lo que quisiera
bebo cerveza fría
y tomo leche de la caja.
Ahora,
escribo poemas que nadie lee
persigo sueños imposibles
ahora estoy más acostumbrado que nunca
a vivir en el fracaso
a los antidepresivos
lo que era hermoso, ya no lo es.
Otro Blog mediocre 
Aunque, el final es más agrio q dulce, tus primeras palabras me arrastraron a leerte completo. Todo/as pisamos esos mismos sitios un día.
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La vida a veces puede ser muy dura. Gracias por pasarte a leer 🙂
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muy muy triste hermano.
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«Pintaba el cielo de gris
y nunca dibujaba agua
nunca me gustó el sol
y dibujaba la luna.»
Me ha parecido hermosa la imagen que coadyuvaste a crear en mi cabeza. Y me siento totalmente identificado.
El poema, por otro lado, llega a niveles alarmantes de tristeza conforme se acerca al final. Me hiciste recordar una expresión que se usa en el inglés cuando alguien engorda (una metáfora que yo he usado para representar al ente que se desvanece en la inmensidad, que se muere o que se va pudriendo) «let himself go». Es curioso que se utilice una expresión que literalmente signifique «dejarse ir», como si fuese uno aproximándose a la muerte tan lentamente, tan en eso que sabemos que nos mata pero que no reconocemos.
Todo lo que dices cerca del final del poema me recordó esa expresión: como una especie de suicidio a cuentagotas.
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Que bueno que logres identificarte con al menos alguna parte del poema; quiere decir que estoy logrando provocar algo y eso es bueno. Al final en el texto del poema creo que trataba de representar el fracaso o a la vida misma, porque de todas las cosas que nos matan la vida es la principal causa.
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En realidad me identifiqué con todo el texto, enterito, incluso con la idea de que uno se va matando y la vida ayuda en el proceso a fulminarnos. Pero eso no significa que no me parezca triste en exceso, por la forma tan cruda de plasmar algo tan endemoniadamente doloroso: saberse fútil, saberse sólo carne que se envejece y que luego se pudre. Lograste retratarlo muy, muy bien, diría yo.
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