Escribir hasta que los dedos sangren.

No escribo para nadie
no escribo para mi madre
o mi novia o el perro que nunca tuve
no escribo para el vecino
no escribo para el que me lee
o para el que no me lee
no escribo para mi padre
o para mi hermana
tampoco escribo para el recuerdo
o para no ser olvidado
no escribo para la critica
o para la academia
no escribo para nadie
escribo única y exclusivamente
para mí, para mí y para mi
escribo para sentirme vivo
escribo para que con cada golpe
a cada tecla, pueda entender
el maldito caos en mi cabeza
escribo para mí
escribo hasta que las yemas de mis dedos sangren
y sangren para mi.